miércoles, 28 de agosto de 2013

...Y sin embargo te quiero...

Un buen día de septiembre entraba a clase de tarde estando en sexto de primaría, como llegaba tarde coincidí con los alumnos de secundaria, de pronto mi mirada se deviaba hacia él y de pronto me ví en el suelo, algo que aquel momento no me importaba, menos aíun al ver que él se dio media vuelta para tenderme su mano y ayudarme a que me levantara , una vez de pie nos miramos el uno al otro... Él me pregunta: ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño? Mi respuesta fue: No, no tranquilo estoy bien. Nos intercambiamos sonrisas y cada uno por su lado.

Un año más tarde eran las fiestas del ángel en el colegio, se celebraba una misa por la mañana, cuando me siento miro a mi izquierda y allí estaba sentado... Durante toda la misa estuve de los nervios, me dí cuenta de que era un hombre que me gustaba. Estuve todo el día pendiente de todos y cada de sus movimientos y desde entonces nos empezamos a cruzar por los pasillos ya que estabamos los dos en secundaria, aunque en cursos distintos. Fue la primera persona que se acercó a mí sin prejuicios ni caras de circunstancia sino todo lo contrario, me trató con absoluta "normalidad". Pasamos recreos y momentos inolvidables llenos de risas y felicidad, pero también estuve estuve a su lado para los momentos difíciles, siempre he estado ahí cuando me ha necesitado (o al menos eso he procurado). Recuerdo el día en que me enteré de que alguien le había pegado, nada más saberlo quise saber como estaba pese a que me habían dicho que estaba bien yo quería comprobarlo con mis propios ojos, fui corriendo a su encuentro, le abrazé y de pronto me empezaron a caer las lágrimas de rabia e impotencia de haber podido hacer nada para evitarlo... Pero al menos me alegraba saber que se encontraba bien.
Casi todos los días salía antes de clase, solo por verle a la salida y poder saludarle una vez más.

Llegó la excursión de fin de curso en la cual no nos separamos en todo el día, fuimos a Covadonga, visitamos a la Santina, visitamos la escolanía y fuimos a comer a Cangas de Onís a un área recreativa y despúes de la comida disfruté de un paseo juntos... Cuántas veces me he llevado su chaqueta o una sus pulseras... Con el fin de sentir su presencia durante todo el día.

El 14 de septiembre de 2011 me llama sobre las cuatro de la tarde para decirme que se tenía que cambiar de colegio por varios motivos, según me lo estaba diciendo no me lo podía creer, pero así fue pase un año en ese colegio sin él, algo que para mí fue bastante duro porque. También estaban otras dos chicas que pasaban algunos recreos con nosotros, pero marcharon el mismo año.

Pese a todo nosotros seguimos en contacto... Cuantas llamadas, cuantos mensajes, cuantas miradas que lo decían todo sin palabras, abrazos y caricias, cuantas risas y lo más importante cuánto amor... No te culpes de nada, todo sucede por algo.

Pase lo que pase yo nunca te guardaré ningún rencor, para mí siempre serás TÚ, SIEMPRE ESTARÉ A TU LADO... Buscame cuando me necesites, no importa cuándo, dónde y como no dudes núnca que puedes contar conmigo.

Espero que realmente seas feliz en tu nuevo camino. Gracias por ser quien eres y por estar a mi lado... NUNCA OLVIDES QUE TE QUIERO MUCHO



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